Nuestro norte es el sur

COMUNICADO DE HAMARTIA

Nuestra solidaridad con teleSur y sus trabajadores

En poco más de cien días de gestión, las plazas y parques de toda la Argentina han visto desfilar a centenares de miles de personas protestando contra una increíblemente cuantiosa batería de medidas antipopulares. Miles de despidos injustificados, censura y hostigamiento a los medios y periodistas que no comulgan con las medidas neoliberales, caída del salario de los trabajadores, persecución ideológica, represión y presos políticos (como el caso de Milagro Sala, diputada de ParlaSur). La lista podría seguir, pero el motivo de este texto es más específico. Mauricio Macri pretende ser un referente regional de la derecha y, para conquistar esa posición, ataca decididamente al núcleo que motorizó la más amplia unidad latinoamericana. Tal es así que en su primer intervención en el MERCOSUR atacó deliberadamente a la hermana República Bolivariana de Venezuela. No nos extraña entonces que ahora se intente censurar a teleSUR. Un domingo de pascuas y por medio de declaraciones de Hernán Lombardi (Ministro de Medios y Contenidos Públicos) en el diario La Nación: así fue cómo los directivos y trabajadores de teleSUR se enteraron de que Argentina se retiraría de la señal multiestatal y de que teleSUR dejaría de ser transmitida por televisión digital abierta (TDA). Este modus operandi es llamativamente coincidente con cómo se están llevando a cabo despidos masivos y desmantelamiento de programas de políticas públicas.

Una de las primeras medidas de Mauricio Macri como presidente fue suspender por decreto la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (más conocida como Ley de Medios). Los decretos firmados atentan contra el espíritu mismo de ley: democratizar la palabra y evitar que se conformen monopolios mediáticos. La Ley de Medios fue redactada y promulgada en el 2009 en reemplazo de una ley de radiodifusión que era legado de la última dictadura cívico-militar. Al macrismo le urgía desbaratar la norma más democráticamente debatida por el pueblo argentino en toda su historia: en foros que durante años se nutrieron de participación popular, en audiencias públicas y en el Congreso de la Nación. Tal “necesidad y urgencia” del gobierno sólo puede entenderse a la luz del blindaje mediático que los medios monopólicos juegan a favor del neoliberalismo del siglo XXI y en contra de los procesos populares de Argentina y América Latina.

Hoy no hay una autoridad de aplicación que sea capaz de regular qué canales televisivos deben incluirse en las grillas de los cableoperadores, ni qué grandes medios siguen constituyendo monopolios y deben presentar un plan de adecuación. Hay derechos básicos de los argentinos que están en peligro: el acceso a información veraz, la pluralidad de voces, la libertad de expresión. Hoy, más que nunca, la batalla es política y es cultural. Los medios masivos de comunicación se han vuelto mayoritariamente una expresión oficialista tan acérrima que parece que fueran todos el mismo canal. El discurso único en Argentina sólo es alterado por la actitud valiente de medios y comunicadores populares que, en franca desventaja, alzan su voz como un David contra Goliat. Entre esos medios se encuentra teleSUR. TeleSUR es prácticamente el único medio que cubrió las movilizaciones populares masivas que se vienen desarrollando en todo el país. Es casi el único medio que realizó una cobertura de la multitudinaria e histórica marcha por los 40 años del golpe cívico-militar genocida que nos dejara como saldo 30.000 detenidos desaparecidos. Es uno de los pocos medios que levanta las banderas de la integración latinoamericana y la necesidad de construir un mundo más justo.

Queremos a teleSUR en nuestras pantallas. América Latina merece tener una voz propia y teleSUR lo ha logrado con creces. Nos llena de orgullo sentirnos amigos de teleSUR, porque por primera vez NuestraAmérica tomó la palabra a lo grande. Ya no necesitamos que nos interpreten, nosotros mismos podemos contarnos lo que nos está pasando. teleSUR es la cadena comunicacional de nuestra patria, esa Patria Grande latinoamericana que soñaron San Martín, Bolívar y el “Che”. La censura que hoy intenta el gobierno neoliberal de Mauricio Macri es la confirmación de que el rumbo que teleSUR ha tomado es el correcto. Expresamos toda nuestra solidaridad con teleSUR y con todos sus trabajadores, porque privarnos del acceso a este medio nos priva de nuestra propia historia. Por eso hacemos fuerza para que se revierta esta medida injusta y nos ponemos a disposición plena de teleSUR para lo que consideren necesario. La hermandad alcanzada en América Latina no puede ser destruida fácilmente y sólo los medios afines al macrismo serán cómplices de instalar un relato contra los gobiernos populares, la distribución de la riqueza, la soberanía de los pueblos y la justicia e igualdad social. Nosotros, compañeros, reafirmamos nuestro compromiso con la causa latinoamericanista y una vez más hacemos nuestra la consigna de teleSUR: Nuestro norte es el sur.

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Buenos Aires, 29 de marzo de 2016

Asociación Civil Hamártires de la Cultura

Revista Hamartia / No nos queda otra / stage.hamartia.com.ar