Sábado 15 de enero del 2022
Escribe: Lucía Calvete
Sin dudas el mar es el hogar de animales muy diversos, desde los más grandes como las ballenas, hasta los más pequeños como el plancton. En el mar coexisten especies muy coloridas y otras hasta transparentes. Dentro de las que están adornadas con muchos colores, encontramos a los nudibranquios.

Los nudibranquios son unos moluscos marinos sin concha, es decir, sin la cobertura rígida que tienen por ejemplo los caracoles. Su nombre hace referencia a sus branquias desnudas, las cuales se disponen en la espalda y están diseñadas para maximizar su superficie, permitiéndoles obtener una mayor cantidad de oxígeno. Aunque expuestas, algunas especies pueden retraer sus branquias para protegerlas.
Están identificadas alrededor de 3000 especies de nudibranquios en la actualidad y se clasifican en dos grandes grupos segun su apariencia. Los doriáceos tienen un manto extenso con forma de capa que les cubre la cabeza y dorso. En los doriaceos se pueden apreciar los rinoforos y las branquias que se disponen rodeando el ano. El otro grupo recibe el nombre de aeolidáceos, que ademas de tener rinoforos y branquias expuestas, poseen ceras, las cuales son unas expansiones del manto.

Los nudibranquios tienen unos ojos muy poco desarrollados que solo les permiten percibir luz y oscuridad, pero no formas ni colores, siendo incapaces de apreciar sus propias coloraciones. Sin embargo, estos animalitos tienen rinóforos, unas estructuras ubicadas en la cabeza que les permiten tener tacto, olfato y gusto. Los rinóforos les dan un gran sentido de espacialidad, ya que al tener dos, se guían por la intensidad de que lo perciben, pudiendo así identificar de dónde vienen los estímulos. Estas estructuras los ayudan a navegar su entorno, hallar comida y encontrar pareja.

Estos tan coloridos animales suelen tener un tamaño entre 0,5 y 30 cm, viven entre unas semanas y un año, y son muuuy lentos. Habitan los mares de todo el mundo, desde los más fríos en los polos hasta los más cálidos en el ecuador, pero ciertamente tienen preferencia por los ambientes más cálidos. Viven a distintas profundidades, sobre organismos bentónicos, estos son los que viven en las profundidades marinas y se entierran en la tierra (caracoles, almejas, etc), adhieren a rocas (mejillones, anémonas, etc) o caminan sobre el fondo (cangrejos, poliquetos, etc).

Pero bien, ¿a que se deben sus llamativos y brillantes colores? Efectivamente se tomaron la expresión “somos lo que comemos” muy en serio, ya que estos bichos marinos obtienen sus colores de sus presas, las cuales suelen ser esponjas, anémonas, medusas, e incluso otros nudibranquios. Algunas especies se alimentan de criaturas muy venenosas y almacenan sus toxinas en las ceras para utilizarlas en caso de sentirse amenazados.
La alimentación de los nudibranquios suele ser muy selectiva, es por eso que generalmente se los encuentra donde vive la especie concreta que constituye su alimento.

¡Incluso existe una especie capaz de realizar fotosíntesis! Por más loco que suene, Costasiella kuroshimae es una especie de nudibranquio que se alimenta de algas e incorpora los cloroplastos para poder utilizarlos. Con los cloroplastos puede hacer lo mismo que cualquier planta: utilizar la energía solar para producir alimento.

Los nudibranquios son hermafroditas, es decir que tienen un sistema reproductor femenino y uno masculino, aunque no se autofecundan. Cuando dos nudibranquios copulan, ponen en contacto sus genitales para intercambiar sus gametas masculinas para fertilizar las femeninas. Así es como ambos nudibranquios abandonan el encuentro embarazados.

Después de copular, los nudibranquios ponen huevos en unas estructuras muy lindas cubiertas de mucosa protectora.

Aunque a la madurez los nudibranquios no poseen concha, si nacen con ella. Los nudibranquios bebés poseen esta estructura tan característica de los moluscos, pero al transicionar hacia su estado juvenil, se desprenden de ella.

Si bien no tienen concha, tienen otros mecanismos de defensa muy eficaces. Hay especies que desarrollan estructuras con células urticantes, las cuales obtienen de sus presas. Otros son capaces de segregar sustancias tóxicas o de sabor y olor muy desagradable. Incluso pueden tener las agujas de las esponjas que devoran. Algunas especies también son muy buenas camuflándose y pasando desapercibidas. Además, los colores intensos y brillantes que tienen sus cuerpos, suelen ser reconocidos por otros animales como una advertencia de su peligrosidad. Aunque no todos los nudibranquios son tóxicos, todos parecen serlo, ¡es una muy buena estrategia! Pero, más allá de estos increíbles recursos, los nudibranquios son depredados por algunos crustáceos y peces.
