¿Los nuevos reyes del café?

Jueves 3 de febrero del 2022

Escribe: Mauro Fernández

Argentina se perfila como uno de los países beneficiados para el cultivo de café debido al calentamiento global y al incremento de las temperaturas a lo largo del año en la zona norte del país.

Un estudio reciente de Roman Grüter y su equipo de la Universidad de Zürich, Suiza, puso en alerta el impacto del cambio climático en las plantaciones de café en diferentes partes del mundo, asegurando que los cultivos se verán afectados por lo menos en un 50% para el año 2050.

Si bien ya existen estudios previos que demuestran esta tendencia, aparentemente irreversible, el nuevo paper académico muestra la correlación territorial de la producción de estos importantes cultivos.

Claramente no estamos ante una situación que amerite un festejo debido a que el calentamiento global es una tragedia mundial, pero lo cierto es que nuestro país puede ser partícipe a gran escala de la producción de uno de los insumos más masivos del mundo: el café.

En la actualidad, los principales países productores de café son Brasil, Vietnam, Colombia, Indonesia, Etiopía, México, India, Guatemala, Honduras y Perú. Lo principal que estos territorios tienen en común son sus condiciones climáticas.

En el lado opuesto del reino del café, los territorios imposibilitados de producir dicho insumo se ven afectados por alguno de los siguientes factores: temperaturas demasiado altas, sequías o temperaturas demasiado bajas.

En la actualidad, Argentina se encuentra dentro de este segundo grupo, con una pequeña producción de café en la zona norte del país. Sin embargo, este escenario puede ser completamente diferente para el año 2050, donde se alcanzarían condiciones propicias para dicho cultivo.

Escenarios posibles

El calentamiento global pone en jaque al mundo del café empujando las cosechas hacia el primer condicionante, que son las temperaturas muy altas. Lo que permite este mismo factor, que tiene un impacto global, es beneficiar otros territorios que no llegan a tener el calor necesario para cultivar: ahora sí van a poder hacerlo.

El estudio presenta tres escenarios diferentes dependiendo de la cantidad de emisiones que se puedan incorporar a la atmósfera y por ende, el impacto climático en nuestro planeta.
Partiendo de diferentes niveles de condiciones productivas para el café: altamente viable, moderadamente viable, marginalmente viable e inviable, el cruce se realiza con la situación climática del año 2050 con un escenario de emisiones bajas, emisiones intermedias o emisiones altas:

Elaboración propia a partir de Grüter R, Traschel T, Laube, P y Jaisil, L (2022).

Como se puede ver en el cuadro, los principales productores de café a nivel mundial sufrirán una pérdida de alrededor del 50%, aquellos productores medianos entre 30 y 40%, los pequeños podrían mejorar su situación si las emisiones son bajas, pero perder si son medianas o altas, y aquellos marginales comenzarán a ganar terreno de a poco, con una tendencia en alza hacia el futuro, en un contexto de calentamiento global constante.

Los grandes ganadores

En nuestro continente, “el norte de Argentina, el sur de Brasil y Uruguay se verían beneficiados en este sentido y podrán aprovechar las temperaturas para producir café a gran escala”, indica el reporte que retoma el antecedente de Zullo (2011) y agrega un análisis propio de los cambios que se han producido en los 10 años que transcurrieron desde aquel informe.

Brasil hoy cuenta con su principal zona productiva en el Este del país, que se vería altamente afectada (algunas regiones en un 70%), y en el escenario 2050 el país deberá migrar su producción de café hacia el sur, donde las condiciones serían más apropiadas.
Básicamente, los ganadores del cambio climático en el planeta dentro de 30 años serán aquellos territorios al norte y al sur de las regiones productoras de café en la actualidad.
Debido a un incremento en las temperaturas durante los inviernos, Chile también podría verse beneficiado en este sentido y lo mismo partes del sur de Estados Unidos. Regiones del sur y este de África también dispondrían de tierras cultivables, al igual que partes de China, India y Nueva Zelanda.

Claro está, no se trata solo de temperaturas y condiciones climáticas, existen factores que tienen que ver con las propiedades de los suelos y otros condimentos del proceso productivo y que ameritan un análisis en profundidad para reconocer la viabilidad de cultivos de café en los territorios propensos para dicha cosecha teniendo en cuenta este escenario climático para los próximos 30 años.

Los grandes perdedores

Brasil, Colombia, Vietnam e Indonesia, que hoy producen el 64% del total mundial, perderán entre el 30 y el 50 por ciento de sus tierras productivas de café debido al calentamiento global en los próximos 30 años.

Vietnam es el segundo productor de café a nivel mundial con casi el 9% de la producción total, siendo sus principales mercados la Unión Europea, Reino Unido, Rusia, Japón y Estados Unidos con una facturación anual de unos 3 mil millones de dólares.

El país asiático buscará expandir su negocio y duplicar sus exportaciones en los próximos diez años, siendo precisamente la etapa de transición que se puede visualizar en el informe de la Universidad de Zürich. El problema será lo que ocurra a partir del 2030, paso a paso hasta mediados de siglo.

Dicho cultivo es vital para la economía de Vietnam que comenzó a producir café a gran escala a mediados de la década del 80, con un país sumida en la pobreza sin poder recuperarse de la guerra que enfrentó al sur del país con el norte y que se extendió por más de 15 años, hasta 1975.

En 1986 el gobierno comunista de Vietnam decidió poner mayores esfuerzos en la producción de café y logró triplicar sus cultivos para convertirse en uno de los principales exportadores de dicho insumo a nivel mundial y ser uno de los grandes motores de la economía nacional.

Colombia se destaca por su sabor ya que parte de la producción colombiana tiene Denominación de Origen e Indicación Geográfica Protegida, con cultivos que se producen en las zonas altas de la cordillera, alcanzando los 2.000 metros sobre el nivel del mar y en un suelo que genera un café suave y de gran sabor.

Dichas condiciones de cultivo pueden verse altamente afectadas por el cambio climático y Colombia es uno de los países amenazados por el calentamiento global. Según el informe, el impacto en las zonas actualmente “altamente viables”, la reducción sería de entre un 60 y un 75%. Devastador.

Indonesia, el cuarto país productor de café a nivel mundial, sería la cuarta víctima del calentamiento global en un escenario 2050. Conocido por ser el más carero dentro de la industria y originado gracias a inversores holandeses, hoy produce alrededor de 650 mil toneladas por año.

Su alto valor tiene que ver con la particularidad del proceso digestivo de la civeta, un animal mamífero que contribuye con la producción del café, denominado Kopi Luwak, en honor a dicho animal.

Un negocio millonario

Acorde a la Organización Internacional del Café (OIC), con sede en Londres, Inglaterra, el volumen anual en todo el mundo es de alrededor 165 mil millones de euros. Sin embargo, solo el 10% de este gran negocio llega a los productores, los que más ganan, como siempre, son aquellos que agregan valor en la cadena que confluye en el consumidor final.
Cuando analizamos el caso de Brasil, el gigante sudamericano produce casi 4 millones de toneladas de café por año, un tercio de la producción mundial. El 30% lo exporta a Europa, pero en granos, por lo que son los países europeos los que le agregan valor y distribuyen dentro de su territorio. Esas empresas (Nestlé, la número uno a nivel mundial) son las que más dinero ganan con este cultivo.

Suiza es uno de los grandes negociantes dentro del mundo del café ya que no cuenta con tierras productivas pero es responsable de cerca del 25% de las exportaciones de café tostado del mundo y obtiene ganancias por más de dos mil millones de dólares por año.
La pequeña nación europea compra los granos de café y los procesa para consumo directo (incluyendo cápsulas e instantáneo), obteniendo ganancias de 7.5 veces mayor por cada kilo de granos. De esta manera, Suiza compra la materia prima (principalmente a Brasil y Colombia), la procesa y la exporta a sus países vecinos: Francia, Alemania, Italia y Austria,
Las tendencias de consumo han convertido al café en uno de los principales insumos a nivel mundial, cuadruplicando su cantidad en los últimos 30 años y con una tendencia a seguir creciendo en el futuro.

En muchos países europeos, excepto Inglaterra e Irlanda donde el té es el rey de la merienda, el café es el producto líder entre los cafeínados, al igual que en Brasil o diferentes países de África, mientras que en el resto de Sudamérica (Argentina consume 1kg de café per cápita por año), México y Estados unidos son las bebidas gasificadas, especialmente Coca Cola, las que más se consumen.

En un mundo con una tendencia alcista en el consume de café y en un contexto de calentamiento global donde los grandes productores se verán afectados y perderán gran parte de sus cosechas, no hace falta más que remitirse a la famosa frase del mundo empresarial: Crisis = Oportunidad.

Los nuevos reyes del café

Argentina podría ser uno de los grandes jugadores del negocio del café para el año 2050 si efectivamente se alcanza el escenario planteado en el informe de la Universidad de Zürich. Sin embargo, como mencionamos, son muchos los factores que deben darse para que esto se concrete exitosamente.

En la actualidad la cosecha de café en el país es ínfima y solo se encuentran algunas plantaciones en la provincia de Salta, muy cerca del sur boliviano. Esta zona es propensa para un café que según directivos de Café Martinez es “ocho puntos”, puede extenderse a otras regiones del norte argentino en los próximos años.

Los dueños de dicha cadena de café aseguraron que el objetivo en el corto plazo es reemplazar las importaciones con café nacional, lo cual incrementaría enormemente sus ganancias. Desde hace ya varios años vienen trabajando en los cultivos y el camino está allanado para alcanzar dicho objetivo en el mediano plazo.

Lo cierto es que nuestro territorio sufre determinadas amenazas que pueden poner en riesgo la producción. La familia Ortiz que produce café en las yungas salteñas, más precisamente en el municipio de Aguas Blancas (Salta), ha ido incrementando paulatinamente su producción en los últimos años, pero también han sufrido sequías, incendios y hasta una helada que comprometió gran parte de las cosechas.

De modo que el calentamiento global podría suprimir una de las amenazas: las heladas, pero no todas. Claro está, las sequías también pueden ser mitigadas, aunque es necesario realizar inversiones para hacer llegar mayor cantidad de agua, y claro está, sin comprometer los recursos de las comunidades aledañas.

Argentina tiene que comenzar a planificar de inmediato el escenario 2050 si quiere ser líder en la producción de café, como lo hizo Vietnam a mediados de 1980 para hoy ser el segundo exportador global. Es el momento de diseñar una estrategia clara para aprovechar la crisis global y generar una oportunidad de negocio para el país, que genere empleo e inversiones con resultado positivo.